lunes, 9 de enero de 2012

Los educadores desconectados

Días atrás la profesora Dolors Reig mostraba en su blog los datos sobre la cantidad de personas desconectadas que existen en el mundo  http://www.dreig.eu/caparazon/2011/12/30/desconectados/ donde "tan sólo" encontramos a mil millones de personas pertenecientes al mundo de las redes sociales. Esta cifra puede considerarse pequeña cuando existen en el mundo más de siete mil millones de personas, pero no obstante, hablamos de una importante cifra de conectados. Las cifras de desconectados, más seis mil millones de personas, encierran muchas razones como bien expone Dolors Reig, pobreza, no disponibilidad de recursos, miedo, etc. Pero una de las principales dudas que nos asaltan es la educación de esos conectados, la mayor parte de los usuarios avanzados de redes sociales son jóvenes y están aprendiendo a usar un nuevo mundo sin ayuda, sin la educación y sin la experiencia de nada ni nadie. En muchas ocasiones guiados por los intereses de empresas, que no buscan nada más que el propio beneficio. Así nos encontramos ante un nuevo contexto con múltiples beneficios y con millones de posibilidades para mejorar el aprendizaje en las aulas, motivar al alumnado o simplemente conectarnos, desde el punto de vista académico. Desde otros ámbitos como el familiar, el laboral o el de ocio, son igualmente amplios y ricos en posibilidades, ¿Se aprovechan?

Son muchos los docentes que están aprendiendo a manejar las redes sociales para poder usarlas en el aula, pero, ¿conocen los riesgos? ¿Los conocen las familias?¿Y los propios jóvenes usuarios? ¿Se obtiene el suficiente rendimiento a las posibilidades que nos ofrecen estas plataformas? Estas, y muchas más incógnitas, son las que se encuentran inmersas en nuestra actual sociedad, pero ni los conectados y mucho menos los desconectados, pueden resolverlas. 
El profesorado que permanece ajeno a la conexión o las familias que ni siquiera conocen lo que es un ordenador y el "horripilante" mundo de aprender a manejarlo, tienen la misma responsabilidad que los usuarios expertos en la materia, a la hora de educar y de ayudar a los jóvenes en su inicio en la andadura de ser ciudadanos de un mundo digital. 
La pregunta es: ¿como educar en la conexión desde la desconexión?

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